Ultima semana del confinamiento

Al final de la séptima semana me dejaron salir y mi cara no podía ser de mayor felicidad. 

Durante la semana he aguantado las sesiones de rodillo y fuerza con la vista puesta en el fin de semana. Existía la posibilidad de que nos dejaran salir y mientras Eki aprovechaba sus siestas mañaneras, para dormir con el sonido del rodillo. Vasca tenia que ser... y mas concretamente un pastor vasco del Gorbea. 

Desde que empezamos a estar confinados, tenia claro cual iban a ser mi primera ruta. Subir a Muro de Roda. Sigue ahí, igual o más bonito, y hoy ha sido la primera vez que veía el cielo tan espectacular desde su muralla. Ni un solo avión y el cielo azul. 

Los que tenemos la suerte de vivir en la España rural o también denominada España vaciada, en un municipio con menos de 5000 habitantes tenemos mucho terreno (218,8 km²)  por el que circular, pocos habitantes (2,86 hab/km²)  con los que juntarnos y la suerte de no tener franjas horarias para realizar las distintas actividades. 

La séptima semana con sus 9h de bicicleta y 202km  ayudaron a conseguir el ansiado objetivo de 86% en rango!!!

Seguiremos luchando, seguiremos pedaleando.

Salud y kilómetros!