Vuelta a la Sierra de Muro

Hubo un tiempo en el Valle de La Fueva que solamente unos pocos eramos habituales de la bici. En aquella época, se marcaron dos rutas de BTT por territorio fovano y una de ellas, la ruta circular a la sierra de Muro es la que realice el pasado 21 de Abril.

Como muestra el perfil, tiene una distancia de 17 kilómetros, la cual empieza con dos kilómetros llanos hasta que llegamos a El Plano. Allí esta el desvío hacia Alujan donde se encuentra una de las variantes y es el punto desde el cual empieza una subida de dos kilómetros que nos llevara hasta el desvío de Muro de Roda. 

Para los que no conozcan Muro de Roda, hacer un esfuerzo y no perdáis la oportunidad de visitarlo. A más de mil metros de altura, encontrareis un conjunto religioso-militar fortificado, fundado por Sancho III el Mayor en 1017, y que destaca por su situación y su historia.

Esta vez decidí continuar por la pista, que rodea la sierra y nos aproxima a los pueblos deshabitados de La Corona, La Lecina, Arasanz. En esta pista aterrizan y parten multitud de senderos, que han sido limpiados y arreglados por voluntarios. Ahora estos antiguos caminos forman parte de las rutas de Zona Zero  y los ciclistas han devuelto algo de vida a estos núcleos despoblados.

Tras una ligera bajada, y cuando ya me acerco al desvío de La Lecina, empiezan las duras rampas. Unas mas cortas, otras mas largas, pero todas con un denominador común, el desnivel de las mismas. La mayoría pasa del 15%, algunas superan el 20% y cuando ascendí todas, llegue a la Colladeta de Ministirio, punto mas alto de la ruta.

Desde aquí se inicia una larga bajada hasta la carretera que va hacia el Humo de Muro. Aunque fue por pista, tuve que tener cuidado por el abundante barro y los regueros que se habían formado de las intensas lluvias de esta primavera. 

Tras un breve tramo de asfalto, decidí hacer una pequeña variación en la ruta, continuar por el sendero que va paralelo al rio Usia y así de paso conocerlo. 1 kilómetro de sendero que me permitió enterarme que el verdadero deporte de rey de los territorios de Zona Zero no es el enduro, sino el porteo. 

Y después de mi debut en este nuevo mundo, restaban dos kilómetros fáciles de pista para poner fin a la ruta.