En este 2016 he empezado mi temporada ciclista, como hace dos años en tierras vascas y poniéndome el primer dorsal de la temporada, el 2411.
Después del sprint en la tarde del sábado para conseguir los dorsales y las ultimas indicaciones a las 6:45 del domingo por WhatsApp de Juan (No me equivoco, habéis leído bien, mientras yo desayunaba el escribiendo...). Nos presentábamos, mi padre y yo en la salida. Esta vez con mas kilómetros y mas horas de entrenamiento.
En los primeros kilómetros, muchos nervios y mucha gente. Ahí ya empece a pensar, vamos a tener que pedalear mucho después para bajar el tiempo de hace dos años. Un dato, los primeros kilómetros los hicimos a 14km/h, calles estrechas, alcantarillas y mucha gente, hacían imposible mantener una velocidad constante y los parones eran frecuentes.
Llegamos a la primera subida, el alto de Barrika , lo subo bien a mi ritmo, pero las sensaciones no son buenas, me siento agobiada pero no se lo que me pasa. Al paso por Plentzia veo un termómetro y marca 10 grados. Pero si decían que iba a hacer frío!!!
Empiezo a subir Andraka y vuelven las malas sensaciones, ahora si que tengo claro que es lo que me pasa, me sobra ropa. Al decir que hacia frío, me he abrigado como los días gélidos de mi zona. La diferencia es que una jornada fria en mi pueblo son 0 grados y en Bilbao es con 10 grados. Después dirán que son vascos jeje
Al existir tan poco arcén, en el primer desvío que veo me paro y me saco un maillot. La mejora la noto a los pocos metros, voy mucho mejor. Coronamos y en el final de la bajada,oigo unos gritos y discusión por detrás. Mi padre se acerca y me dice, se ha cruzado uno y casi nos caemos.
Un problema recurrente a lo largo de la marcha, los ciclistas en las bajadas invaden el carril contrario, miran hacia atrás buscando a sus compañeros de grupeta, pero no recuerdan que la circulación esta abierta, poniendo en peligro no solo su seguridad, sino la de todo el pelotón.
Llegamos a Unbe , puerto muy asequible y que puedes subir a buen ritmo, para dirigirnos al avituallamiento. Este año venia con sorpresa, no quedaba agua. Tras disfrutar durante 15 minutos del buen ambiente que se respira, continuamos pedaleando, ya con la mente pensando en Morga.
Ascendemos Artebakarra y Gerekiz a buen ritmo, pero guardando fuerzas. Mi padre recuerda su pájara de hace dos años y tiene una espinita clavada con este puerto. En los primeros metros del puerto, se nota que va bien y empieza a adelantar ciclistas sin descanso
Le da igual derecha, izquierda que por el centro, ha puesto su ritmo, va adelantando a todos y por momentos me cuesta hasta seguirlo. Morga es un puerto donde se igualan las fuerzas, donde da igual que vayas sobre una bici btwin o una Trek de ultimo modelo, aquí solo valen tus piernas, corazón y resistencia. Reducción de 3 minutos del tiempo de ascensión respecto a hace dos años. En la cima me tomo un gel y lo tengo claro, ahora toca exprimirse.
Mi padre siguiendo mi rueda y yo alcanzando grupos y grupos. Así hasta llegar a la entrada de Bilbao, donde en uno de los repechos finales , desde un coche 2 niños gritan : AUPA NESKA!!! Con una fuerza e ímpetu, que parece que estén viendo el Tour de Francia.
Últimos kilómetros y entramos en la Gran Vía de Bilbao, donde nos reciben unos aficionados muy especiales .
Segunda Bilbao-Bilbao completada. Seguimos sumando, seguimos entrenando...
Oso ondo!!! Te veo a tope este año, te vas a hacer la QH sin enterarte.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, esta marcha se masifica mucho y sobre todo el inicio es estresante. Seguiremos viendo tus aventuras. Un besote.